Actualizado el domingo 6/ABR/14

Evangelio para los hijos

Seguir a Jesús. 

“Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, lo siguieron”. (Mt 4, 22) 

Comentario: 

Los hijos son de Dios antes que de los padres. Por eso si un hijo siente el llamado de Dios a una vocación especial, aunque ame mucho a sus padres, debe dejarlos para seguir la voz de Dios, porque a Dios se le debe amar sobre todo y sobre todos, no otra cosa hizo Jesús cuando dejó a su Madre, la Virgen, para ir a evangelizar.

Es que seguir la vocación a la que el Señor nos llama, redunda en bien para nosotros, porque sólo en ese estado seremos felices plenamente y será para nosotros más segura nuestra salvación.

Dios conoce todas las cosas, sabe el presente, el pasado y el futuro, y lo que hoy podría ser lo perfecto, visto en adelante, puede resultar un verdadero fracaso. Entonces tenemos que rezar para saber qué es lo que Dios quiere de nosotros, según las circunstancias en que nos ha puesto en el mundo, en la familia, en la sociedad, en la Iglesia.

Si encontramos el lugar donde el Señor nos quiere, viviremos felices y, como dice el mundo “realizados”. Y esa será la única forma de “realizarnos” en esta tierra, porque Dios es el principal interesado en que seamos felices haciendo lo que Él planeó para nosotros.

Estos hermanos del pasaje evangélico citado, dejaron todo y a su padre y siguieron a Jesús. Nosotros quizás no debamos dejar el hogar paterno, pero debemos tener ese desprendimiento que nos permita estar preparados para dejarlo todo si fuera necesario, para seguir a Dios.

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