Actualizada el martes 2/SEP/14 (Segunda entrega)

Éxito en el apostolado

En el Cielo. 

Debemos trabajar en el apostolado sin esperar ver el éxito en este mundo, porque quizás Dios, para no ensoberbecernos si damos muchos frutos, o también para que no nos desanimemos si damos poco fruto, no quiere mostrarnos en plenitud los éxitos en el apostolado, porque si los viéramos tal vez bajaríamos los brazos por los pocos frutos, o también la soberbia nos podría llevar a pecar si es que damos muchos frutos. Por eso el Señor sabiamente se reserva el mostrarnos en plenitud la cosecha de nuestro trabajo apostólico, en la otra vida, donde ya no habrá peligro de orgullo ni desaliento.

Pero hay veces que Dios, como es tan bueno, quiere darnos a gustar algún tanto lo que gozaremos en el Paraíso, y nos muestra el bien que hemos realizado, o mejor dicho, nos muestra todo el bien que Dios ha realizado a través de nosotros como sus instrumentos.

¡Qué alegría, entonces, porque eso nos da fuerzas para seguir en el camino del bien!

Dios es buen pagador, como bien decía Santa Teresa. Sólo que al no ver el dinero en mano, nos parece que Dios no nos paga. Pero algo nos paga ya en este mundo, incluso con bienestar material, y el  resto, el gran tesoro, vendrá en la otra vida, donde disfrutaremos de los bienes que hemos logrado en este mundo por el apostolado con la ayuda de Dios.

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