PortadaActualizado el miércoles 10/DIC/14

¿Cómo vencer a la carne?

No estando ociosos. 

Dice el dicho popular: “Que el demonio no te encuentre desocupado, porque te va a dar trabajo”. Y es una gran verdad que los ociosos son más propensos al pecado de impureza, al pecado carnal, porque se suele estar ocioso por pereza, y la pereza es uno de los pecados que es origen de otros muchos pecados, y especialmente predispone a cometer pecados impuros en solitario o acompañados.

Huyamos del estar sin hacer nada, porque si bien es bueno tener unos momentos de tranquilidad, descanso, y cierto ocio sano; ¡no es bueno pasar mucho tiempo sin hacer nada!, porque pronto estaremos enredados en las trampas del demonio y cada vez bajaremos más hacia el abismo del mal y del pecado.

Cuidemos también las miradas, porque ya nos dice el Señor en el Evangelio que es por los ojos que entran los deseos desenfrenados, y que si nuestro ojo está sano, todo lo demás estará sano; pero si nuestro ojo es lujurioso, entonces toda nuestra persona estará en tinieblas, y podremos llegar a los más graves pecados de impureza y otros pecados también graves.

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