PortadaActualizado el sábado 25/OCT/14

El Apocalipsis en la Obra de María Valtorta

Chispa de Misericordia

Dice Jesús:

“Para ser salvados, ¡oh pobres hombres que tembláis de miedo!, bastaría que vosotros, como hijos verdaderos y no como bastardos de los que yo soy el Padre tan solo de nombre mientras que el verdadero padre es el otro, supierais arrebatar de mi Corazón una chispa de mi Misericordia. Y no quisiera más que dejármela arrebatar.” 

(Los cuadernos 1943 – 1 de junio – María Valtorta) 

Comentario: 

Dios es bueno, infinitamente bueno, pero los hombres ponemos diques a su bondad con nuestros pecados y maldades. Son los pecadores los que atan las manos a Jesús, es Satanás el que cierra el Corazón de Dios por medio de los pecadores.

Los que todavía queremos ser fieles a Dios, tenemos que desatar las manos del Señor y abrir su Corazón para “robarle” una chispa de misericordia divina que nos salve de los tan merecidos castigos.

Si bien la Justicia divina está muy ofendida, también Dios ha prometido que además de la Justicia intervendrá su Misericordia, y que la misma Justicia será movida por el amor.

Pero es necesario que recemos mucho, todos los que todavía no estamos en manos del Maligno, para salvarnos nosotros y hacer volver al camino del bien a tantos hermanos nuestros que con sus pecados cierran el río de gracias y favores celestiales que deberían derramarse sobre la tierra.

Estamos a tiempo todavía, porque Dios ha confiado a la Virgen el último intento de reconducir la humanidad a Dios. El demonio no lo querrá y sobre todo nos tentará con el desaliento, con hacernos creer que ya está todo perdido y que no hay más nada que hacer. No es así. No le hagamos caso y trabajemos y recemos cada vez más, ¡y veremos el Milagro!

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