PortadaActualizado el sábado 9/AGO/13

El Padrenuestro comentado

Amén. 

Comentario:  

Hay muchos que rezan el Rosario, pero que lamentablemente han contraído la costumbre de no decir el “Amén” al finalizar los padrenuestros y las avemarías.

Esto es un grave descuido y una mala costumbre, porque el Amén viene a cerrar cada oración, haciendo que uno afirme lo que dice cada oración, es decir, que damos fe a lo que recitamos en las oraciones.

Entonces no nos olvidemos de decir el “Amén” después de cada padrenuestro y de cada avemaría. Sólo debemos omitir el “Amén” después del padrenuestro que se reza en la Santa Misa, pues la oración en ese momento no termina al final del padrenuestro, sino que el sacerdote la continúa, y es por ello que ahí sí que no se debe pronunciar el Amén. Pero en todos los demás casos, al finalizar cada oración, no omitamos el Amén. Como tampoco lo debemos omitir al recibir la Eucaristía, cuando el sacerdote nos dice: “Cuerpo de Cristo”, tenemos que responder “Amén”, es decir, así es, así lo creo.

Aunque en la vida no dijéramos más que esta sola palabra: “Amén”, ya estaríamos rezando y muy bien, porque en la Sagrada Escritura a Dios se lo llama también “El Dios del Amén”.

Digamos también amén al finalizar la señal de la cruz, y también a cada acontecimiento que nos toque, ya sea penoso o alegre, bueno o malo, y entonces sí que toda nuestra vida será una oración agradable a Dios.

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