Actualizado el miércoles 13/MAR/24

Enseñanzas del Evangelio

Tratar como queremos que nos traten.

 

Por tanto, todo cuanto quieran que les hagan los hombres, háganlo también ustedes a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. (Mt 7, 12). 

Enseñanza: 

Ésta es la ley de oro del Evangelio: tratar a los demás, como queremos ser tratados por ellos. ¡Qué fácil!, ¿no? Sí, es muy fácil, pero a veces es difícil de cumplir, porque no somos buenos y frecuentemente queremos que los demás nos traten bien, y nosotros no tratamos bien a otros.

Es tiempo de que comencemos a pensar que el cristianismo es la religión de la caridad, del amor; porque todo lo que nos manda cumplir, ya sea en los Diez Mandamientos o lo que nos aconseja la Iglesia, es para perfeccionarnos en la caridad, en el amor. Y el termómetro de nuestro amor a Dios, será el grado de amor que tengamos a nuestro prójimo, a todos nuestros prójimos. Porque ninguno puede amar a Dios que no ve, si no ama al prójimo que ve, y que es la imagen de Dios en la tierra.

Dios quiere que seamos buenos, y esto nos cuesta mucho porque estamos inclinados al mal. En cierta forma el demonio nos ha dejado una huella de maldad en el alma, por el pecado original, que si bien fue borrado por el bautismo, quedan sus consecuencias, lo que se llama “concupiscencia”, es decir, las malas inclinaciones. Y éstas hay que vencerlas día a día, para que seamos buenos de verdad, imitadores del Padre del Cielo, que es bueno con todos, buenos y malos, justos e injustos. También nosotros obremos así, y seremos semejantes a Dios, y Él estará contento de nosotros y nos colmará de dones y favores celestiales, y cuando sea necesario, también nos proveerá de lo material que necesitemos para cumplir bien nuestra misión en la tierra.

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