Actualizada el martes 18/NOV/14 (Segunda entrega)

Inmaculada Concepción de María

Obra perfecta. 

María Santísima es la Obra perfecta del Padre eterno, pues la Virgen no fue afectada ni siquiera por el pecado original, de modo que es tal cual como salió de las manos creadoras de Dios Padre.

La Virgen es la más hermosa de las creaturas, y tenemos que ir tras Ella, tras sus perfumes de Paraíso, enamorándonos cada vez más de Ella, porque María nunca nos separa de Dios, sino todo lo contrario, es María la que nos acerca y une cada vez más estrechamente a la Santísima Trinidad, y eso porque no tiene mancha de pecado original, es Purísima y quiere que nosotros, sus hijos, también seamos puros en la medida de nuestras posibilidades y con la ayuda y gracia de Dios.

Si queremos tener una idea de lo que eran Adán y Eva antes de la caída, miremos a Jesús y, sobre todo, miremos a María, la Obra perfecta de la creación, la que ocupó el lugar vacío dejado por la prevaricación de Lucifer.

Hoy que en este mundo se niega ya el pecado original, y en general se niega el pecado, acudamos a esta Estrella limpia de todo pecado, que nos llama a escalar las más altas cumbres de la santidad.