PortadaActualizado el domingo 2/OCT/16

Encíclica "Evangelium vitae" - Juan Pablo II

Amenaza de la vida humana.

3. Cada persona, precisamente en virtud del misterio del Verbo de Dios hecho carne (cf. Jn 1, 14), es confiada a la solicitud materna de la Iglesia. Por eso, toda amenaza a la dignidad y a la vida del hombre repercute en el corazón mismo de la Iglesia, afecta al núcleo de su fe en la encarnación redentora del Hijo de Dios, la compromete en su misión de anunciar el Evangelio de la vida por todo el mundo y a cada criatura (cf. Mc 16, 15).

(Encíclica “Evangelium vitae”)

Comentario: 

Ya sabemos que el demonio es homicida desde el principio, y donde está el diablo hay muerte. Es por ello que cuando hay homicidios, asesinatos, como en el caso del aborto, podemos decir sin temor a equivocarnos que detrás de ese hecho está Satanás, evidente o solapadamente presente.

Y la Iglesia no puede mirar para otro lado cuando se mata a un hombre, porque la Iglesia ha sido fundada por Jesucristo para que cuide a todos los hombres, tanto en sus almas como en sus cuerpos. Y el crimen del aborto -obra de mentes enceguecidas por el Maligno-, no puede evitar que la voz de la Iglesia se levante con fuerza condenando esta maldad.

Dios no hizo la muerte, sino que la muerte entró en el mundo por obra del pecado, por obra del demonio. De modo que no es Dios el que da la muerte, el que mata, sino que la muerte es consecuencia del pecado, y sólo Dios es el dueño de la vida humana, y nadie, ningún individuo o gobierno puede arrogarse el derecho de decidir sobre la vida de un hombre.

Siendo las cosas así, nos damos cuenta de que detrás de toda esta maquinaria infernal que promueve el aborto y busca legalizarlo, está escondido Satanás, el Homicida por excelencia.

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