PortadaActualizado el martes 3/SEP/19

No abortes

No unir lujuria a homicidio. 

A veces se aborta porque el niño por nacer es fruto de una unión pasajera, se ha caído en una relación lujuriosa y no se quiere seguir adelante con el embarazo.

Pero el niño que está en el vientre materno es un regalo de Dios, porque en el momento de la fecundación, Dios ha creado esa alma humana y la ha infundido en esa célula madre, de modo que ahora ya hay un hombre o una mujer que vienen en camino, para traer a sus padres un mensaje de Dios, que los ayude a ser buenos, a cambiar de vida, a creer que Dios los ama a pesar de sus pecados. Si nosotros matamos a ese ser que viene de parte de Dios, ¡qué abismo de tristeza causaríamos al mismo Dios, y a nosotros mismos! ¡Qué maldad tan grande haríamos!

Por eso no hay que abortar, de ningún modo y con ninguna excusa, porque el niño que viene es INOCENTE. Inocente de la relación en que ha brotado, ya sea una unión querida o no querida. Él es inocente y viene a poner alegría en el mundo.

¡Cuántas veces se ha visto que un niño se salvó del inminente aborto y luego llegó a ser un gran hombre, bienhechor de la humanidad! Un caso como esto lo tenemos en el mismo Papa San Juan Pablo II, que estuvo a punto de ser abortado, pero no lo fue, y miremos de qué nos habría privado esa madre. Pensemos en ello y no abortemos, sino sigamos adelante con el embarazo, que Dios nos premiará, porque quien cumple sus mandamientos -y no matar es un mandamiento de Dios-, entonces tendrá la protección, ayuda y providencia del Señor.

Si desea recibir estos mensajes, usted debe suscribirse a la página haciendo CLIC AQUÍ.