Contra la depresión. 

Dice Sor Natalia Magdolna que: “La más efectiva herramienta en las manos de Satanás en contra de nosotros es la depresión, el espíritu abatido, la tristeza. Con esto Satanás quiere acorralarnos dentro de la desesperación y privarnos de la ayuda de la gracia. En este estado de ánimo hay que repetir: “Jesús mío, Te amo”. Entonces Satanás desaparecerá.”

Y efectivamente cuando estamos tristes es el momento en que se acerca el demonio. ¿No lo hizo así con Jesús en el desierto? ¿Y no lo hizo también en el Huerto de los Olivos, cuando el Señor sentía una “tristeza mortal”, como Él mismo lo dijo?

Entonces debemos acostumbrarnos a combatir contra el espíritu abatido, con la tristeza y depresión. Ayudémonos, si fuera necesario, valiéndonos de profesionales y medicamentos, pues a veces son también necesarios y Dios mismo quiere que los usemos y es Él quien nos los pone como recursos.

En estos tiempos la tristeza se quiere apoderar de nuestro corazón, porque como dice el Apocalipsis, el ajenjo ha dado un sabor amargo a las aguas, es decir, que la sociedad está siendo bombardeada por hechos muy tristes, que la prensa y la televisión se encargan de difundirlos y sobredimensionarlos, y entonces causa mucha pena y no podemos con tantas malas noticias juntas, y nos deprimimos.

Pero sería para nosotros de gran ayuda que pensemos que Dios no se ha ido del mundo, que es Él quien sigue llevando los destinos de la Tierra, y que al final se cumplirá sólo su Voluntad adorable. Y esto nos debería dar una gran paz, e incluso una gran alegría, porque sabemos que Dios es bueno y es el más fuerte, y esta historia tendrá un final feliz, porque Cristo vencerá y reinará en el mundo.

 

 

 

 

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