Actualizado el sábado 28/OCT/23

Mensaje a los consoladores de Jesús y María

Traicionados. 

¿Hay dolor más grande que el sentirse traicionado por un amigo, por un ser querido? Pues bien, Jesús y María son los eternos Traicionados, porque los hombres no dejamos de traicionarlos con nuestros pecados.

¡Pobres corazones de Jesús y de María, que tanto aman a los hombres y que, en cambio, reciben solo ofensas y traiciones!

Tratemos de consolar ese inmenso, infinito dolor, con nuestra fidelidad en todas las cosas. Porque Dios lo tiene todo, pero quiere de nosotros amor, pues para eso nos ha creado, para que le amemos y podamos ir algún día al Cielo a gozar de la felicidad sin fin y sin límites.

Consolemos a Jesús. Consolemos a María. Porque ambos están tristes y desconsolados por tanta maldad que ven en los hombres, y Ellos quisieran salvarlos, pero eso depende de que los que queremos a Jesús y a María reparemos tanta frialdad y traición, con nuestro sincero amor.

Amemos a Jesús y a María porque es por nuestro propio bien, y Dios nos colmará de toda clase de gracias y dones, porque en definitiva lo que Dios quiere es que le amemos, aunque no seamos perfectos.


Jesús y María están perfectamente gloriosos en el Cielo, pero siguen sufriendo moral y espiritualmente por los pecados de los hombres. Por eso Jesús ha mostrado su Corazón circundado de espinas a Santa Margarita María de Alacoque y a otros muchos santos, indicando con ello el gran sufrimiento que padece. También María ha mostrado a los pastorcitos de Fátima su Corazón rodeado de una corona de espinas y muchísimas imágenes de la Virgen han llorado, incluso lágrimas de sangre.

Este es el momento de consolar a Jesús y María y por ello he creado este grupo, hoy, cerca de la medianoche del 9 de abril de 2009, Jueves Santo de la Cena del Señor. He elegido esta noche porque es la noche en que Jesús y María más sufrieron, Uno en el Huerto de los Olivos mientras sus apóstoles dormían, y la Virgen en el cenáculo, orando y llorando por su Hijo que sufría terriblemente el abandono, la tristeza, la angustia y el miedo.

La misión de los miembros de este grupo será la de consolar a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, con la oración, con los sacrificios, con el cumplimiento fiel de los deberes del propio estado y, sobre todo, con el amor, con muchísimo amor hacia Ellos que dieron todo por los hombres.

Cada día publicaré un sencillo texto que nos ayudará a encender el amor a Jesús y a María en nuestros corazones.

¡Ojalá estos textos den sus frutos y que cada vez seamos más los consoladores de Jesús y María!

Jesús, María, os amo, salvad las almas

 

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