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¿Qué es la santidad?

Es dejarse conducir por el Espíritu Santo, para de esa manera cumplir la voluntad de Dios viviendo de acuerdo al Evangelio.

"La santidad consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, y confiados -aun con nuestro cuerpo- en su bondad paternal" Sta. Teresita de Lesieux

El Papa Benedicto XVI ha explicado que la santidad "no consiste en realizar acciones extraordinarias, sino en unirse a Cristo, en vivir sus misterios"

La santidad no es algo reservado a algunas almas escogidas; todos, sin excepción, estamos llamados a la santidad.

La santidad consiste, en vivir con convicción la realidad del amor de Dios, a pesar de las dificultades de la historia y de la propia vida. El Sermón de la Montaña es la única escuela para ser santos.

La santidad consiste, además, en la vida de ocultamiento y de humildad: saberse sumergir en el trabajo cotidiano de los hombres, pero en silencio, sin ruidos de crónica, sin ecos mundanos.

La santidad del hombre es obra de Dios. Nunca será suficiente manifestarle gratitud por esta obra. Cuando veneramos las obras de Dios, veneramos y adoramos sobre todo a Él mismo, el Dios Santísimo. Y entre todas las obras de Dios, la más grande es la santidad de una criatura: la santidad del hombre.

Aunque la santidad nace de Dios mismo, a la vez, desde el punto de vista humano, se comunica de hombre a hombre. De este modo, podemos decir también que los santos «engendran» a los santos.

Un santo es, en su vida y en su muerte, traducción del Evangelio para su país y su época. Cristo no vacila en invitar a sus discípulos al seguimiento, a la perfección.

¿Qué es la santidad? Es precisamente la alegría de hacer la Voluntad de Dios.

 

 

 

 

 

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